
El presidente de Promigas, Juan Manuel Rojas, lanzó una advertencia sobre la reciente decisión del Gobierno de detener la exploración de hidrocarburos en el país. Según Rojas, esta medida podría tener graves consecuencias para el suministro de gas en Colombia, ya que dejaría al país con reservas de gas para apenas 7.2 años.
Rojas propuso la posibilidad de importar gas de otros países, incluso desde Venezuela, como una opción para garantizar el suministro de gas en el futuro. Sin embargo, esta medida podría resultar en un aumento significativo en el precio que pagan actualmente 10.8 millones de hogares colombianos.
El presidente de Promigas destacó la importancia de continuar la exploración de recursos en áreas como el piedemonte llanero y las cuencas Cesar-Ranchería – Catatumbo, donde se cree que aún existe un potencial significativo de gas.
“Debemos seguir manteniendo la opción abierta de importar gas, no solamente del Atlántico, a través de la planta regasificadora del Pacífico, necesitamos que se materialice el proyecto de importación de gas a través del Pacífico para darle confiabilidad al sistema del suroccidente colombiano y otras opciones, por ejemplo, como Venezuela”, dijo Rojas.
En caso de que se frene la exploración, no se desarrolle nueva infraestructura de importación y se cambie la generación de energía de gas natural a energía eólica, Colombia podría enfrentar un costo estimado de $122 billones.
En un escenario alternativo donde se detenga la exploración, pero se expanda la infraestructura de importación y se mantenga la generación eléctrica a gas, el costo total sería de $5.14 billones, lo que representaría un aumento del 25% en la tarifa final del servicio de gas.
La advertencia de Promigas pone de relieve la importancia de tomar decisiones informadas y estratégicas en el sector energético para garantizar un suministro sostenible y asequible de gas en Colombia, un país con once millones de usuarios conectados y una cobertura del 70% en 765 municipios.