El sombrero vueltiao utilizado por el futbolista colombiano Richard Ríos durante la celebración del triunfo contra Uruguay en la Copa América ha desatado una controversia sobre su origen y autenticidad. Inicialmente, artesanos de Tuchín, Córdoba, afirmaron que el sombrero era una réplica china, lo que llevó al alcalde Eligio Pestana Rojas a quemar públicamente una de estas réplicas en protesta.
Sin embargo, la empresa Montiel, ubicada en Colón – Génova, Nariño, ha reclamado la autoría del sombrero. Nelson Dueñas, propietario de la empresa, declaró a Caracol Radio: “Antes de juzgar hay que investigar. El alcalde de Tuchín dice que por cada sombrero una familia indígena deja de comer; en cambio, con ese sombrero en Nariño comemos varias familias”.
La empresa nariñense, fundada hace 12 años, se dedica a la fabricación de sombreros vueltiaos en poliéster. Según afirman, el logo de su empresa es visible en las imágenes del futbolista Ríos portando el sombrero.
Segundo Gil, artesano de la empresa, explicó a Noticias Caracol que sus productos no buscan reemplazar a los originales, sino ofrecer una alternativa más accesible para eventos como carnavales y competencias deportivas.
El alcalde de Tuchín había argumentado que la venta de réplicas afecta directamente a las familias artesanas de su región: “Por cada sombrero sintético que se venda es una familia que deja de comer, por cada sombrero que se venda originario, de caña flecha, es una familia que está asegurando su alimento todos los días”.
Mientras la polémica continúa, el alcalde de Tuchín anunció que regalarán sombreros vueltiaos originales a los jugadores de la Selección Colombia. El debate ha puesto sobre la mesa cuestiones sobre la protección de la artesanía tradicional frente a alternativas más económicas y la necesidad de verificar información antes de hacer acusaciones públicas.
