Montería experimentó un incremento del 112% en casos de estafa en su mayoría cibernéticas durante 2023 comparado con el año anterior, según informes de la Policía Nacional. Las cifras pasaron de 495 denuncias en 2022 a 1.050 en 2023, alcanzando una tasa de 200 casos por cada 100.000 habitantes.
Este aumento significativo coloca a la estafa como uno de los delitos de mayor crecimiento en la capital cordobesa, superando incluso a otros delitos contra el patrimonio económico. Las autoridades atribuyen parte de este incremento al auge de las estafas cibernéticas y al mayor uso de plataformas digitales para transacciones financieras.
Según datos de la Policía Metropolitana se ha identificado que muchos de estos casos están relacionados con fraudes en línea, suplantación de identidad y esquemas piramidales. Los delincuentes están aprovechando la creciente digitalización de las actividades cotidianas.
Las modalidades de estafa más comunes incluyen falsas ofertas de empleo, ventas ficticias en redes sociales, y llamadas telefónicas donde los estafadores se hacen pasar por entidades bancarias o gubernamentales. También se han reportado casos de estafas relacionadas con supuestas inversiones de alto rendimiento.
Este medio contactó a una víctima de una estafa en línea y compartió su experiencia: “Respondí a una oferta de trabajo que parecía legítima. Me pidieron datos personales y bancarios para el proceso de contratación y me pidieron pagar unos valores para exámenes médicos, todo fue falso y perdí la plata.
Por su parte, desde la Fiscalía General de la Nación reportan que el nivel de avance investigativo para estos casos en 2023 fue de solo el 13,09%, lo que refleja la complejidad para resolver este tipo de delitos, especialmente cuando involucran medios digitales.
Frente a esta situación, las autoridades han intensificado las campañas de prevención y educación ciudadana.
Expertos en seguridad recomiendan a la ciudadanía mantener la cautela ante ofertas que parezcan demasiado buenas para ser verdad, verificar la autenticidad de las comunicaciones de entidades financieras, y no compartir información personal o bancaria por medios no seguros.
Las autoridades instan a la población a denunciar cualquier intento de estafa, incluso si no se ha concretado, para ayudar a prevenir futuros casos y mejorar las estrategias de combate contra este delito en auge.
