A once días de la instalación oficial del nuevo Congreso, el ambiente político está caldeado. El trabajo discreto de quienes buscan las presidencias de Senado y Cámara se comenzó a romper y en el ambiente las pujas son evidentes.
De hecho ya se habla de acuerdos políticos. Se dice que en el Senado la presidencia del primer año será para el partido de la U; el segundo, para el Liberal; el tercero, repite la U y el último sería para Cambio Radical.
En Cámara la repartición es similar. La presidencia quedará en manos del partido Liberal; en el segundo año le correspondería a la U y el cuarto para Cambio Radical. La puja está en el tercer año que podría ser para los liberales en la eventualidad que los conservadores no logren afianzar su ingreso a la Unidad Nacional.
Pero si a nivel de partidos hay acuerdo, no ocurre lo mismo al interior de las colectividades, donde la puja está al rojo vivo.
La disputa por la Presidencia del Senado es entre los senadores Armando Benedetti, Mauricio Lizcano y José David Name, quienes trabajan por su cuenta para lograr apoyos.
La balanza aún no parece inclinarse para ningún lado. Por un lado se conoció que la bancada costeña de la U estaría analizando cuál nombre apoyan entre Benedetti y Name, lo que podría afectar al senador caldense Lizcano en sus aspiraciones.
Sobre el tema, se dijo que quien gane de los dos costeños accedería a 10 votos efectivos, lo que redundaría en que Lizcano se quede por fuera.
En este sentido, desde Miami, el senador Benedetti dijo, primero, que quiere ser presidente porque en la actual coyuntura el Congreso requiere de experiencia “porque viene la reglamentación de la paz, las reformas a la justicia, educación y salud y soy quien podría darle más garantías a la oposición”.
En torno a los diálogos de sus colegas costeños, comentó que en los próximos días habrá una reunión, pero dejó claro que “la actual coyuntura requiere de un consenso de la Unidad Nacional”.
Entre tanto, Name confirmó la reunión a la que se refirió Benedetti y concretó que “lo que se busca es una candidatura fuerte y no dividir los apoyos entre los dos”.
Sustentó además que la bancada costeña cree que merece la presidencia del Congreso porque fue la que más votos le aportó a la reelección del presidente Santos y considera que él es el indicado porque “he estado tres periodos en el Congreso y he obtenido la tercera votación más alta al Senado. Además, porque creo que es el momento de sacar adelante las reformas clave para el país”.
En un tono más pausado, Mauricio Lizcano enfatizó que “yo respeto cualquier decisión que tomen mis compañeros”, pero aclaró que “no se trata de una pelea regional sino de un consenso que debe ser del partido”.
Al hacer referencia al argumento de sus colegas costeños, respecto a la votación que le ‘pusieron’ a Santos, Lizcano advirtió que “todos los argumentos son válidos, pero estas son decisiones individuales que tomarán los compañeros”, por lo que enfatizó que su aspiración se basa en “llevar al país a la reconciliación y porque fui víctima de las Farc. Sería un buen mensaje para las víctimas y para el mundo, además de la continuidad de los proyectos del presidente Santos”.
Pero si en el Senado llueve, en Cámara no escampa. Se habla de que en la baraja de quienes aspiran a la Presidencia están los liberales Fabio Amín Saleme, de Córdoba; y Édgar Gómez Román, quien, curiosamente, viene del Senado y ya fue presidente de la corporación entre 2009-2010.
Los dos dirigentes políticos ya habrían logrado un acuerdo en el sentido que arranca Gómez y en el tercer año la dignidad le tocaría a Amín Saleme.
La decisión de Amín de no asumir este año la presidencia se debe a que es costeño y, se conoció, que las demás bancadas no aceptarían que Senado y Cámara queden en manos de la región Caribe en el primer año.