El hundimiento de la reforma laboral en el Congreso fue recibido con satisfacción por Fenalco, el gremio de los comerciantes, que calificó la decisión como “objetiva y responsable”. Jaime Alberto Cabal, presidente del gremio, destacó que los ocho senadores que votaron en contra del proyecto actuaron con sensatez y protegieron a sectores económicos vulnerables como las micro y pequeñas empresas, tiendas, peluquerías, panaderías, cafeterías, bares y servicios de vigilancia.
Cabal argumentó que la reforma no solo habría afectado la sostenibilidad de los pequeños negocios, sino que también podría haber provocado la destrucción de cerca de 452 mil empleos, según estimaciones del Banco de la República. Para el líder gremial, la iniciativa del Gobierno se enfocó en una agenda sindical y dejó de lado la necesidad de generar más empleo formal y reducir la informalidad laboral.
“El Gobierno perdió una gran oportunidad de impulsar un proyecto verdaderamente orientado a la generación de empleo y la modernización del régimen laboral”, afirmó Cabal, subrayando la importancia de construir una legislación que considere a todos los actores involucrados y que esté basada en datos y análisis objetivos.
Cabal expresó su esperanza de que, en un futuro, se pueda abrir espacio para un debate más amplio y equilibrado sobre la reforma laboral, alejado de intereses políticos y centrado en la realidad económica del país. “Este fracaso debería ser una oportunidad para crear un proyecto que promueva la formalización y ofrezca más oportunidades laborales, especialmente para los jóvenes”, concluyó.
