La peligrosa ruta migratoria a través de la selva del Darién, en la frontera entre Panamá y Colombia, se cobró la vida de 10 migrantes, en medio de una creciente súbita, informaron las autoridades panameñas.
El hecho se registró en la provincia del Darién. El Servicio Nacional de Fronteras señala que esta ruta es impuesta por los coyotes, exponiendo a los migrantes a riesgos extremos.
A pesar de los esfuerzos por reducir los cruces irregulares, la migración por esta inhóspita jungla hacia Estados Unidos continúa a un ritmo alarmante. Según informes oficiales, en lo que va del año, 212.426 personas han atravesado el Darién, una cifra que se aproxima a los más de 248.000 registrados entre enero y julio del año pasado.
Los directores de la policía fronteriza panameña reportan una disminución en los cruces desde que se implementaron medidas para cerrar varios pasos y canalizar el flujo migratorio a través de un “corredor humanitario”. Sin embargo, estas acciones no han logrado detener completamente el tránsito por esta peligrosa ruta.
El año anterior marcó un récord con más de medio millón de cruces, principalmente de venezolanos, ecuatorianos, colombianos y chinos.
