El aumento en los precios de la energía eléctrica está generando un impacto negativo en la competitividad de las empresas ubicadas en el departamento de Córdoba y la región Caribe, según se desprende del Informe Nacional de Competitividad 2023-2024 elaborado por el Consejo Privado de Competitividad. Este incremento en los costos energéticos ejerce una presión directa sobre la estructura de costos de las compañías, lo que a su vez repercute en su capacidad para competir en el mercado.
De acuerdo con el informe, el precio de la energía en Colombia está determinado por una combinación de factores estructurales y estacionales.
Entre los factores estructurales se encuentran aspectos normativos, regulatorios y la estructura del mercado energético. Por su parte, los factores estacionales están influenciados por la variabilidad climática y las condiciones de la oferta energética.
En febrero de 2023, el precio promedio de bolsa diario de la energía alcanzó su punto máximo, registrando un valor de COP 801,2/kWh, lo que representa un aumento del 16,9% en comparación con el valor máximo del mismo mes del año anterior. Ahora el valor del kilovatio supera los $1200, para sector comercial.
Este incremento en los precios tiene un efecto directo en los costos operativos de las empresas, especialmente en aquellas que tienen un alto consumo energético.
El informe señala que la generación hidroeléctrica se posiciona como la fuente de energía con los precios más competitivos tanto en el corto como en el largo plazo, contribuyendo a mantener tarifas atractivas en el mercado eléctrico. Sin embargo, en periodos de baja hidrología, el precio de la generación de energía hidráulica aumenta, dando paso a otras fuentes de generación como el carbón y el gas, que tienen precios menos competitivos.
Además, el informe destaca que la generación de energía a partir de diésel, utilizada ampliamente en las Zonas No Interconectadas del país, registra el precio promedio más alto, alcanzando los COP 1.070/kWh. Esta situación afecta particularmente a las empresas ubicadas en estas zonas, donde la falta de acceso a fuentes de energía más económicas y confiables limita su competitividad.