La apicultura se ha convertido en una fuente de ingresos y sustento para 579 familias en el departamento de Córdoba, Colombia. Según datos de la Secretaría de Desarrollo Económico y Agroindustrial de la Gobernación, la producción de miel en el departamento alcanzó las 300 toneladas en 2022, con un total de 9.543 colmenas registradas.
“La apicultura es una solución basada en la naturaleza que tiene un impacto positivo en la biodiversidad y en la salud de los ecosistemas, además de contribuir a la seguridad alimentaria y la estabilidad económica de las comunidades agrícolas”, aseguró Angélica Benedetti Chica, directora ejecutiva de ProMontería.
Este crecimiento se enmarca en una tendencia global que muestra el auge de la miel como producto de consumo en el mundo. Según Trade Map, las importaciones mundiales de miel alcanzaron los $2.200 millones en 2023, con una producción de 700.148 toneladas. Europa, en particular, se perfila como el principal mercado, concentrando casi el 50% de las importaciones globales.
Córdoba, un territorio estratégico para la apicultura
“Córdoba es un territorio estratégico para desarrollar la apicultura debido a su rica biodiversidad y condiciones climáticas favorables”, afirmó Benedetti Chica. La riqueza natural de esta región, sumada a su clima propicio, la convierten en un lugar ideal para la producción de miel de alta calidad.
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Al pensar en el desarrollo económico de Córdoba, la directiva de ProMontería enfatiza la importancia de hacerlo bajo un enfoque de sostenibilidad y generación de valor compartido. “Esto no solo garantiza la protección de nuestros recursos naturales, sino que también promueve un crecimiento económico inclusivo que beneficia a todas las partes involucradas: empresa, comunidades y consumidores”, agregó.
Dentro de la cadena apícola en Córdoba, el 45% de los productores son independientes, mientras que el 24% se encuentran organizados de forma empresarial y el 31% de forma asociativa. La miel es el principal producto, pero también se comercializan otros derivados como material biológico, cera y propóleo.
Esta actividad representa una importante oportunidad para mejorar los ingresos y la calidad de vida de las familias involucradas, al tiempo que contribuye a la conservación de los ecosistemas y la biodiversidad, gracias al papel crucial que desempeñan las abejas como polinizadores.