El ministro del Interior, Armando Benedetti, cuestionó la metodología y precisión de los informes que emite la Defensoría del Pueblo sobre riesgos electorales de cara a los comicios de 2026.
El funcionario afirmó que la entidad dirigida por Iris Marín Ortiz presenta datos poco certeros que difieren sustancialmente de las evaluaciones oficiales.
“La Defensoría se equivoca mucho, parece que hubiera un interés. A veces creo que es falta de conocimiento del país, más que maldad”, expresó Benedetti durante una rueda de prensa.
El jefe de la cartera política explicó que mientras el Gobierno Nacional identifica 104 municipios específicos con problemas potenciales, la Defensoría elabora un mapa de alertas que abarcan prácticamente todo el territorio colombiano.
Según Benedetti, el organismo construye sus mapas de riesgo con base en denuncias y precauciones, cubriendo cualquier escenario posible sin discriminar niveles reales de amenaza.
Esta divergencia metodológica ya había ocurrido anteriormente cuando la Defensoría elaboró informes sobre cultivos de hoja de coca, generando cifras que el Ministerio del Interior considera infladas o inexactas.
El ministro comparó el procedimiento de la entidad con hacer “un mapa con todos los errores posibles”, lo que resultaría en documentos poco útiles para focalizar recursos y estrategias de protección electoral.
Las zonas que el Gobierno Nacional monitorea con mayor preocupación incluyen el Catatumbo, el norte de Santander, el municipio de López de Micay, la región del Plateado que comprende Cauca y Nariño, el sur del Valle del Cauca, sectores del Chocó y algunas áreas del Magdalena Medio.
Benedetti insistió en que la aproximación gubernamental responde a información basada en eventos concretos, mientras que la Defensoría optaría por alertas generalizadas que pierden efectividad práctica.






