Si solo enfrentas una crisis vital, un consejero o asesor puede ser suficiente.
¿Qué es una crisis vital?
Son todas aquellas situaciones de la vida diaria (pérdida de un empleo, separaciones, conflictos, la muerte, entre otros) que ponen a prueba nuestros procesos mentales. La clave es que la reacción que se experimenta (tristeza, miedo, rabia) es una respuesta natural y esperada ante el evento estresante.
Si el consejo no fue suficiente y el malestar persiste, necesitas la ayuda de un psicólogo.
Es posible que necesites cambiar una conducta arraigada, o lograr que un proceso mental vuelva a su funcionamiento normal. Es ahí donde la psicología es la herramienta indicada.
¿Qué son los Procesos Mentales?
En palabras sencillas, son todas las funciones que cumple nuestra mente. Veamos algunas de ellos:
Sensaciones: La función de captar información a través de nuestros sentidos.
Percepción: La función de organizar e interpretar toda esa información que captaste.
Emociones: La función de reaccionar y experimentar corporalmente ante estímulos percibidos (reales o imaginados).
Otros procesos incluyen: la memoria, la motivación, los sentimientos, el pensamiento, y muchas otras funciones.
Si un buen proceso psicológico no logra reducir el malestar físico y emocional, es momento de consultar un psiquiatra.
Esto sucede cuando pierdes la capacidad de regulación emocional y las funciones vitales (como el sueño, el apetito, el placer, la energía, etc.) se alteran de forma involuntaria. Cuando estas alteraciones impiden tener una vida normal, es esencial buscar la regulación con ayuda médica.
¿Qué es una Alteración Mental?
Es cuando un proceso mental pierde la capacidad de llevar a cabo su función de manera esperada o adaptativa, causando un malestar significativo e impidiendo una vida normal.
Por ejemplo:Si, tres meses después de la pérdida del empleo, la persona sigue con una tristeza tan profunda que no puede levantarse de la cama, ha perdido 10 kilos por falta de apetito, e ideas recurrentes de suicidio le impiden cuidar de sí mismo o buscar otro trabajo, estamos ante una alteración mental.
Para todos aquellos que se preguntan: Javier, ¿dónde queda la espiritualidad? La espiritualidad debe ser un estilo de vida, no solo un momento de crisis.
Cuando hay una carencia de valores y se tienen preguntas existenciales sobre: de dónde vengo, quién soy, el sentido de la vida o propósito, la muerte, el sufrimiento o la desesperanza, entre otros temas que los consejeros espirituales pueden aportar mucho a la recuperación.
En algunos casos, combinar las 4 opciones (consejero, psicólogo, psiquiatra, acompañamiento espiritual) son herramientas potentes para recuperar nuestra salud mental en cuerpo, mente y espíritu.
Pongamos en práctica lo aprendido y respondamos la siguiente pregunta:
¿Hoy a dónde necesitarías acudir?






