Juan Manuel Galán| Opinión| Parece que es más fácil lograr la paz en La Habana que entre las fuerzas políticas de Colombia. En el debate que se llevó a cabo en el Congreso de la República sobre el proceso de paz, los negociadores presentaron sus avances y la visión del Gobierno sobre el futuro de las negociaciones. También, hubo respuestas para quienes desde la oposición, se han encargado de difundir versiones falsas y mitos sobre los alcances de los diálogos de paz, en vez de jugar el papel serio y constructivo que este proceso demanda.
La paz solo será viable para los colombianos, en el momento en que se convierta en un propósito de Estado y no solo en un objetivo de gobierno. En otras palabras, el logro de la paz no puede ser simplemente el objetivo de una persona o de un grupo de funcionarios públicos; debe ser un propósito de Estado que, como dijo el presidente Santos, nos convoque a todos a un sentimiento de unidad y a recorrer ese camino, juntos.
En estos términos, quiero elevarle una pregunta al Senador Álvaro Uribe Vélez: No cree que para que los colombianos logremos la paz, necesitamos primero alcanzar la paz política? Es necesario hacerle un reconocimiento al Centro Democrático como la segunda fuerza política más importante del país, después de la que representa el Presidente en ejercicio. Pero también, es necesario hacer un llamado para que los dos representantes más importantes de esas fuerzas políticas, se sienten a dialogar y comiencen a construir un camino que les permita resolver sus diferencias a través de propuestas constructivas.
Es urgente consolidar un clima de paz política alrededor del proceso de paz. No hay que perder de vista la experiencia de países vecinos en donde por algo que comenzó como una pelea entre ex-presidentes en Venezuela, terminó fracturando profundamente su democracia a través de un gobierno que hoy día, ha perdido legitimidad y apoyo social. Me preocupa recorrer ese camino y que por una confrontación retórica, perdamos la oportunidad histórica de alcanzar la paz.
Ofrezco mi casa como sitio neutral, para un encuentro entre el Presidente Santos y el Senador Uribe. Al calor de un buen café, podrían conversar, revisar las propuestas sobre una zona de concentración de la guerrilla con verificación internacional y probablemente llegar a consensos, que sean de utilidad para el país y contribuyan a la paz como interés nacional.