El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, emitió una orden ejecutiva para restringir el acceso a tecnología estadounidense avanzada a países que considera adversarios. La medida afecta principalmente a China, Rusia, Irán, Cuba, Corea del Norte, Hong Kong, Macao y Venezuela.
La nueva disposición prioriza la protección de infraestructuras y tecnologías sensibles, con énfasis en inteligencia artificial, semiconductores y avances biotecnológicos. Trump fundamentó la decisión bajo el principio de que “la seguridad económica es seguridad nacional”.
China emerge como el principal objetivo de estas restricciones. La orden señala que empresas vinculadas a Pekín utilizaron inversiones en Estados Unidos para acceder a tecnologías clave que modernizaron su aparato militar.
Esta medida se suma a otras acciones comerciales recientes de Trump, incluyendo un arancel adicional del 10% a China y presiones sobre México y Canadá en temas migratorios y antinarcóticos. La decisión continúa la política de su predecesor, Joe Biden, quien implementó límites a la exportación de semiconductores.
La respuesta de China a las restricciones anteriores incluyó controles sobre la exportación de grafito, material esencial para baterías de vehículos eléctricos. La orden ejecutiva actual no detalla los mecanismos específicos para implementar estas nuevas restricciones tecnológicas.