Por Apuntes& Protocolo
Esta semana asistí al evento en el cual se dio cita a los medios de comunicación para dar a conocer los nuevos platos que incluyó el Hotel Ghl en la carta de su restaurante Bijao. Platos exquisitos, por cierto, y con el toque gourmet que tanto me gusta: el montaje impecable, juego de colores, sabores, texturas y lo que más me sorprendió: la manera en la que ingredientes propios de nuestra cocina cordobesa protagonizaron estos menús, ¡Y de qué forma!
Debo confesar que este artículo en verdad lo hice con mucha emoción y cariño porque he tenido la oportunidad de realizar eventos y uno que otro apunte en este lugar, conozco sus platos y la calidad de su servicio, y en esto último hago énfasis porque si hablamos de atención al cliente, un aspecto que siempre me gusta observar y tratar en mis seminarios de etiqueta empresarial y en el que admito soy quisquillosa se lleva un 10. La asesoría permanente del chef Alejo Siado desde el momento de escoger cuál menú se acomodaba a la ocasión, qué ingrediente tenía este plato, por qué se llamaba así este otro, cuál se acomodaba al presupuesto, créanme eso hace la diferencia.
Los platos que hicieron saborear a nuestro paladar fueron: Primera entrada: mignon de queso costeño y champiñones al coco. Esta combinación de los camarones y el queso que apenas lo probé supe que era de nuestra región…genial.
Segunda entrada: mariscos, plátanos y ahoga’o y queso (camarón, pulpo, corvina y almeja salteados en leche de coco, guiso criollo y cilantro servidos sobre una canasta de patacón).
En realidad, no pensé llegar a comer pulpo alguna vez, pero en esta presentación me resultaron irresistibles.
¿Ya se les hizo agua la boca?… ¡A mí también!
Pues bien, la presentación fue en 80 gr, y apenas estábamos preparándonos para el plato fuerte.
El plato fuerte llegó con: salmón, carne de res y pollo.
Debo decir que la combinación del salmón con la salsa de corozo, panela y cerveza fue maravillosa.
En cuanto al puré de espinacas, confieso que es primera vez que lo tuve de acompañante, pero su sabor fue delicioso.
Y las bolitas de maíz: curiosas y riquísimas.
Para postre hubo varias opciones: Bavarois de limón, cuatro leches, bavarois de chocolate y mousse de maracuyá y como basé glasé de limón y cerezas.
Mi favorito: mousse de maracuyá.
Bien mis queridos seguidores los animo a que prueben estos platillos que ahora están disponibles en el restaurante Bijao y claro, que me cuentes tu experiencia deleitándolos.
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