La lucha contra el narcotráfico en Córdoba arroja cifras significativas en los últimos 15 meses. Desde enero de 2023 hasta abril de 2024, las autoridades han desmantelado 186 estructuras para el procesamiento de drogas en el departamento, según datos del Ministerio de Defensa.
San José de Uré emerge como el epicentro de esta actividad ilícita, con más de 70 laboratorios destruidos. Le sigue Puerto Libertador con 64 unidades desmanteladas. Tierralta registra 31 estructuras eliminadas, Montelíbano 20, y Ayapel una. Esta distribución geográfica revela la concentración del narcotráfico en zonas específicas del sur del departamento.
Las incautaciones de drogas complementan estos operativos. En el mismo período, las fuerzas del Estado decomisaron 3.7 toneladas de cocaína, 2.2 toneladas de marihuana y 2 toneladas de pasta base de coca en Córdoba. El volumen total de 7.9 toneladas de estupefacientes incautados revela la magnitud del negocio ilícito.
Un aspecto crucial de esta lucha es la posición estratégica de Córdoba como corredor de movilidad para el narcotráfico. Su ubicación geográfica, que conecta el interior del país con la costa caribe, lo convierte en una ruta clave para el transporte de drogas. Esta característica ha influido en las estrategias de las autoridades, que han intensificado los controles en las principales vías del departamento.
De hecho, la mayoría de las incautaciones se han realizado en carreteras y caminos. Los retenes y operativos sorpresa en las vías han resultado ser herramientas efectivas para interceptar cargamentos de drogas en tránsito. Esta táctica no solo ha permitido decomisar grandes cantidades de estupefacientes, sino también desarticular redes de distribución que operan en la región.
La variedad de sustancias decomisadas indica una producción diversificada en el departamento. Mientras que la cocaína y la pasta base de coca sugieren la presencia de cultivos de coca y laboratorios de procesamiento, las incautaciones de marihuana apuntan a la existencia de cultivos de cannabis, posiblemente en zonas montañosas o de difícil acceso.
Estos datos ofrecen una perspectiva cuantitativa de la situación del narcotráfico en Córdoba. La destrucción de laboratorios busca interrumpir la cadena de producción, mientras que los decomisos en vías apuntan a reducir la distribución y el tráfico hacia otras regiones del país o puntos de exportación.
Sin embargo, la persistencia de estas estructuras y el continuo flujo de drogas es síntoma de que el narcotráfico mantiene una presencia activa en Córdoba. Las cifras indican que las autoridades enfrentan un desafío continuo en su esfuerzo por erradicar esta actividad ilegal del departamento.
