Un fenómeno meteorológico de magnitud excepcional se cierne sobre el Caribe. El huracán Beryl, que ha alcanzado la máxima categoría en la escala Saffir-Simpson, avanza inexorablemente hacia el oeste-noroeste, sembrando preocupación en toda la región.
Aunque no se prevé un impacto directo sobre territorio continental, las autoridades han emitido advertencias para las zonas costeras. La península de La Guajira se prepara para la proximidad del ciclón, que se espera pase cerca de sus costas en las próximas horas.
Los expertos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) han puesto en marcha un sistema de vigilancia intensiva. Sus proyecciones indican un aumento gradual en la intensidad del oleaje y la velocidad del viento, especialmente en el norte del litoral caribeño colombiano.
La situación es particularmente delicada en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Los cayos del norte se encuentran bajo alerta por posibles condiciones de tormenta tropical y mar de leva.
Beryl, con vientos que superan los 250 km/h, representa un desafío sin precedentes para la región. Aunque su núcleo no tocará tierra colombiana, sus efectos periféricos podrían dejar una huella significativa.
Las autoridades instan a la población a mantenerse informada y seguir las recomendaciones oficiales. La preparación y la precaución son fundamentales ante este evento climático de carácter extraordinario.
