Desde sus orígenes, la actividad turística ha experimentado una continua expansión y diversificación sin precedentes, convirtiéndose en la actualidad en uno de los sectores de mayor crecimiento del mundo, incluso por delante de otros factores que históricamente han sido de vital importancia en la economía mundial. Este crecimiento ha generado un renovado interés del Gobierno Nacional y los entes departamentales y municipales, incluyendo organismos de talla internacional que ven en el turismo una oportunidad de desarrollo, un instrumento generador de ingresos y una significativa fuente de empleo en las regiones.
Las recientes cifras del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo indican que entre enero y febrero el flujo de visitantes no residentes aumentó el 7,4 % con relación al mismo periodo de 2023. Destacándose que en febrero de 2024 llegaron a Colombia 518.807 visitantes no residentes.
Además, el informe da cuenta que en enero de 2024 el tráfico aéreo tuvo un incrementó del 12,4 %, mes en el que se movilizaron 4,7 millones de personas de los que 2,72 millones se movilizaron en vuelos nacionales y 1,95 millones en vuelos internacionales.
El Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) estima que durante esta anualidad el sector turismo aportará 11,1 billones de dólares al PIB mundial y proyecta que el número de turistas que visitarán el país se incrementará un 24 %, según ONU Turismo en 2024 llegarían más de 6 millones de visitantes a Colombia.
Estas estadísticas nos muestran un panorama alentador para las regiones, y llama mucho la atención el reciente informe de Booking en el que incluyen a Montería, Capurganá, Pitalito y Buenaventura como parajes a visitar, diferentes a los tradicionales como Cartagena, Medellín, Santa Marta, Bogotá o San Andrés.
Es el momento oportuno para que desde las regiones se fortalezcan las inversiones de cara a la promoción de la cultura, la gastronomía, las artesanías y los parajes más representativos de cada municipio con el objetivo de captar esos visitantes que llegarán durante el año a Colombia.
Precisamente, así lo visionamos en Montería durante los cuatro años del Gobierno de la Gente, periodo en el que no contábamos con la enorme complicación de la pandemia que congeló toda actividad turística y cultural durante dos largos años.
Hicimos grandes esfuerzos y logramos un engranaje perfecto con el comercio, la academia, las comunidades y la Fuerza Pública con el propósito de hacer de Montería un paraje llamativo, de ahí que realizamos los Festivales Montería Me Sabe a Tradición, las Fiestas del Río, Río Media Maratón, Un Río de Libros, Festivales Musicales, grandes conciertos con artistas de talla internacional, congresos académicos nacionales e internacionales y torneos deportivos de primer nivel.
Todo ello, reflejado en una mayor seguridad de la ciudad; el incremento de pasajeros en la terminal aérea, logrando la cifra histórica de más de 1.600.000, y llevando la ocupación hotelera a porcentajes superiores al 90 % en días de semana.
Con resiliencia y convencidos que entre las claves de la recuperación económica estaba el turismo, la cultura y el apoyo al emprendimiento, le apostamos a fortalecer la competitividad turística y dinamizar la microeconomía invirtiendo en las necesidades de la zona rural y sectores olvidados como la margen izquierda, el sur y el norte norte pobre, logrando así que la ciudad dejara de ser un lugar de paso para convertirse en un destino de permanencia. Los resultados obtenidos fueron estupendos y me llena de emoción e infinita alegría ver que nuestra bella y amada Montería está en la retina nacional e internacional. Sin duda el turismo es ese polo de desarrollo al que le deben apuntar las regiones.