Ernesto McCausland, el inmortal

Por Róbinson Nájera Galvis


Dentro de poco se cumplen 10 años del fallecimiento del periodista barranquillero Ernesto McCausland y aún sus crónicas circulan por todas partes como el primer día, porque convirtió su programa ‘Mundo costeño’ en un espacio de vida por la frescura que le imprimía al resaltar las costumbres y tradiciones de nuestra Costa y sus personajes.

Ernesto, también está vivo en el recuerdo de muchos sahagunenses, desde un viernes septembrino de 2006 en que una camioneta gris se estacionó en la Avenida, cerca al restaurante de moda.

Del interior del vehículo surgió un hombre de casi dos metros. Todas las miradas se dirigieron a él, más atraídos por su estatura física que por su altura como periodista, escritor y cineasta cargado de premios.

El extraño, saludó con simpatía y cuando alguien dijo su nombre, como el chacho de la película comenzó a ser rodeado por los presentes. Ernesto McCausland estaba por fin en Sahagún, después de algún tiempo de espera para que a través de su palabra exquisita compartiera con nosotros sus experiencias en desarrollo de la programación de nuestra reconocida Semana Cultural.

A su llegada, McCausland Sojo haciendo gala de su sencillez, en vez de hotel aceptó alojarse en la finca del exgobernador de Córdoba, Carlos Buelvas Aldana. Disfrutó de la velada cultural programada para esa noche, conversó con todo el que lo abordó, se confundió entre los danzantes del fandango hasta entrada la madrugada, siempre sonriente y aplaudiendo con entusiasmo.

McCausland, como vengándose del tiempo que tuvimos que esperarlo por sus ocupaciones, se quedó por tres días en Sahagún, demostrando con amplitud su calidez y empatía, y para que el desquite fuera completo, casi lo involucramos en una crónica nuestra con la historia de los forasteros que bebían agua del pozo de El Cabro y enseguida quedaban atrapados para siempre en el pueblo.

Ernesto McCausland murió el 21 de noviembre de 2012 a los 51 años, víctima de un cáncer de páncreas y ni nosotros ni nadie se explica por qué se marcha tan temprano un hombre que tenía el don de convertir en magia todo lo que veía y contaba. Sahagún lo tuvo entre sus visitantes ilustres por poco tiempo, pero su deseo de vivir a través de las historias que tejía, deja un efecto imborrable.

Ganó 16 premios nacionales de periodismo por la entrega y sabrosura con que desempeñaba su oficio. Quienes tuvimos la oportunidad de conocerlo y tratarlo un poco, estamos convencidos que estos seres nacen para la vida más que para la muerte, pues no hay dudas de que en muchos corazones quedará estampada su palabra hasta la eternidad.