El trío logística-innovación-competitividad en la planificación urbana

Por: Boris Zapata Romero
1 año atrás

Ser competitivos pasa por tener una mejor logística.

La logística se refiere a la planificación, organización, ejecución y control del flujo de bienes, servicios e información desde su origen hasta su destino final, y es esencial para el comercio y la actividad económica de las ciudades.

Esta desempeña un papel crucial en la competitividad de una ciudad, ya que unos sistemas logísticos eficientes, por ejemplo, pueden aumentar la productividad económica de una ciudad al mejorar la velocidad, fiabilidad y rentabilidad del transporte y la distribución de bienes.

Las ciudades con sistemas logísticos bien desarrollados son más atractivas para las empresas, ya que pueden ofrecer un acceso más rápido y fiable a los mercados y reducir los costes de transporte, lo que las hace más competitivas a la hora de atraer inversiones y crear oportunidades de empleo. Además, una logística eficiente también puede apoyar el crecimiento de industrias como el comercio electrónico, que dependen en gran medida de la entrega puntual y precisa de las mercancías.

Un modelo de ciudad que ha aprovechado con éxito su infraestructura logística para mejorar su competitividad es la ciudad-estado Singapur, que le ha ayudado a convertirse en un importante centro regional para el comercio, atrayendo a empresas de todo el mundo y generando importantes beneficios económicos para sus ciudadanos.

La ciudad-estado ha invertido mucho en su sector logístico, desarrollando un puerto y un aeropuerto de categoría mundial, así como una completa red de autopistas, ferrocarriles y soluciones logísticas urbanas; pero la eficiente logística de Singapur no solo se queda en los temas de infraestructura, sino que ahonda en el uso de la innovación de procesos y servicios como cultura.

Por ejemplo, Singapur inauguró la primera ventanilla única nacional del mundo en 1989, que digitalizó y simplificó los procesos de aprobación de permisos comerciales. Con más de 35 agencias gubernamentales en esta plataforma, esto requirió que todo el gobierno cambiara su mentalidad de “controlar el comercio” a “facilitar el comercio”. Hoy en día, los permisos pueden aprobarse electrónicamente utilizando un documento electrónico, en cuestión de minutos. (Lam Y., Ramakrishnan K., Banco Mundial. 2017)

Mejor logística, a través de Planificar lo urbano.

La planeación urbana debe tener en cuenta los procesos de la logística porque son fundamentales para el funcionamiento de las ciudades, pues afecta a múltiples aspectos de la vida urbana, como la movilidad, la infraestructura de transporte, el medio ambiente, la seguridad y la calidad de vida de los ciudadanos. Una planificación urbana deficiente puede generar congestiones vehiculares y de transporte público, retrasos en la entrega de bienes y servicios, y aumentar la huella de carbono de la ciudad, entre otras.

Aquí es importante anotar que los procesos de planeación actuales, que se quedan en diversos documentos de nombre “planes” y apellidos distintos, provienen de una lógica de inmovilidad del territorio – entendido en su máxima expresión- razón por lo cual es necesario adoptar un enfoque para la planificación urbana basada en el desempeño, que es más adecuada para afrontar la no linealidad de sistemas adaptativos complejos como son los de las ciudades, al utilizar la información de los sistemas socioecológicos para fundamentar decisiones sostenibles y resilientes de desarrollo urbano.

La innovación es clave en una planificación urbana que comprenda la logística.

La innovación puede ayudar a generar una planeación urbana que tenga en cuenta la logística, al facilitar la integración de tecnologías y herramientas que pueden ayudar a los planificadores urbanos, por ejemplo, a diseñar rutas de transporte más eficientes y reducir los tiempos de entrega avanzadas con el uso de sistemas de información geográfica (SIG) y sensores de tráfico.

Además, la innovación en la logística también puede contribuir a reducir los costos y los impactos ambientales de la cadena de suministro, mediante la implementación de tecnologías como la automatización de procesos, uso de sensores y el análisis de datos, la optimización de rutas y horarios de entrega, el uso de vehículos eléctricos, bicicletas o drones para la entrega de bienes.

Estas alternativas, pueden reducir la huella de carbono de la ciudad y mejorar la calidad del aire, al mismo tiempo que reducen el tráfico y mejoran la eficiencia de la cadena de suministro. En otras palabras, adoptar una cultura de innovación en la planificación urbana para la competitividad, ayuda en la promoción de alternativas sostenibles.

Colaboración público-privada para aumentar el impacto positivo.

Finalmente, en la lógica de invitar a adoptar procesos de una cultura de la innovación, en de anotar como la co-creación, en este caso en forma de colaboración público-privada – y cómo privado entiéndase sumada al sector privado, la sociedad civil organizada- puede ser un factor clave en la implementación de procesos de innovación en la logística. La colaboración puede generar una mayor inversión en infraestructuras y tecnologías avanzadas, permitiendo así una mejor gestión de la logística, y por ende mejores índices de competitividad.

En Urban Planning for City Leaders (Planificación urbana para dirigentes urbanos), una guía publicada por ONU-Hábitat, el especialista en desarrollo urbano Pablo Vaggione anota que “Las ciudades que se han puesto en contacto con las partes interesadas -comunidad y empresas- se benefician del establecimiento de prioridades que reflejan las necesidades reales y, por tanto, aumentan el impacto de la inversión que acompañaría a un plan”.

Y agrega que todos los casos de éxito en la planificación de las últimas décadas tienen algo en común: han conseguido alinear eficazmente varios sectores para desarrollar soluciones adaptadas a los usuarios finales.

En resumen, la competitividad no puede expresarse sin adecuados procesos logísticos; y para ello, la planeación urbana debe tener en cuenta estos procesos de manera que garantice el buen funcionamiento de las ciudades, cada vez más centro de la vida en sociedad, y la adopción de una cultura de la innovación que integre nuevas tecnologías y herramientas en la gestión de las ciudades, como componente de una planeación urbana más eficiente y sostenible.

Boris F. Zapata Romero

Consultor en Competitividad | Desarrollo Económico | Gerencia Estratégica