El Gobierno nacional dio a conocer un plan de austeridad y recorte del gasto que generará ahorros por más de $600.000 millones de pesos para las cuentas públicas.
La medida es de obligatorio cumplimiento para todas las entidades del Gobierno central como ministerios, departamentos administrativos y agencias, entre otras.
Según el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, se busca ser más eficientes reduciendo costos de viajes, publicaciones y otros rubros donde sólo se gaste lo estrictamente necesario. “No nos enfocaremos como en otros gobiernos en recortar café o papel higiénico, ese no es el problema”, afirmó.
Un punto clave será disminuir gastos en arrendamientos, pues varias entidades están en arriendos costosos tras salir del CAN y no construirse un nuevo edificio. Se verificará que los cánones sean a precios de mercado y avance la obra de la Virgilio Barco.
Cabe mencionar que desde el Gobierno Santos, cada presidente firma un plan anual de austeridad porque el Congreso introduce un artículo en el presupuesto que obliga a adoptar medidas de ahorro y evitar gastos suntuosos.
Este es el segundo plan con la rúbrica de Petro y el primero bajo Bonilla. La intención es que cada año el mecanismo sea más estricto en pro de la eficiencia en el uso de recursos públicos.
