El Ayatolá Ali Khamenei anunció oficialmente el inicio de hostilidades contra Estados Unidos y ordenó el cierre del estratégico Estrecho de Ormuz, paso marítimo por donde transita aproximadamente el 30% del petróleo mundial.
En una declaración que intensifica la crisis en Medio Oriente, el líder supremo iraní instruyó a las fuerzas militares del país a atacar bases estadounidenses ubicadas en Baréin, Irak, Qatar y Emiratos Árabes Unidos como respuesta a los bombardeos del sábado contra instalaciones nucleares iraníes.
“A partir de este momento, todo civil o militar estadounidense en la región es considerado un objetivo militar legítimo”, declaró Khamenei en el pronunciamiento que marca una escalada sin precedentes en el conflicto entre ambas naciones.
La decisión de cerrar el Estrecho de Ormuz genera alarma en los mercados energéticos mundiales, considerando que esta vía marítima es crucial para el transporte de crudo desde los países del Golfo Pérsico hacia el resto del mundo.
La declaración del Ayatolá surge como respuesta directa a la operación “Martillo de Medianoche” ejecutada por Estados Unidos, en la cual siete bombarderos B-2 atacaron las instalaciones nucleares de Fordo, Natanz e Isfahán.
La comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de los acontecimientos, mientras se evalúan las posibles repercusiones tanto en el suministro energético global como en la estabilidad regional.
Las fuerzas militares de ambos países se encuentran en estado de máxima alerta ante la posibilidad de nuevos enfrentamientos en la región.
