Su gol contra el Barcelona el 17 de mayo silenció al Camp Nou y le dio la Liga al Atlético de Madrid. Su gol contra Italia el 24 de junio hizo estallar de júbilo el Arena das Dunas de Natal y metió a Uruguay en octavos de final de la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014™.
Aunque lo suyo, por oficio, sea frustrar goles ajenos, el defensor Diego Godín ha puesto su firma unos cuantos goles dignos de la vitrina de históricos. Siempre de cabeza. Su especialidad, como probó también en la reciente final de la Liga de Campeones.
“Por suerte me ha tocado hacer goles importantes este año. Pero siempre digo que uno hace lo mejor para el equipo y es el equipo el que respalda tu trabajo. Tanto en el Atlético como aquí, ha ido impresionante el esfuerzo de todo el grupo”, dice a FIFA.com tras eliminar a la tetracampeona de la cita brasileña. “Hoy se han sacado adelante un partido de los que hacen historia. Un partido soñado. Es una gran alegría para todo el país”.
Un partido soñado por la épica porque hasta el minuto 80’, la Celeste se veía afuera del Mundial y no encontraba hueco en la bien pertrechada Italia. “Sabíamos que iba a ser así, Italia se plantó bien pero aguantamos y seguimos insistiendo porque estábamos convencidos que iba a llegar nuestro momento”, confiesa tras un partido en el que, como marca la estadística, no erró ni un solo pase -33 de 33-.
Con garra y cabeza
El momento llegó en el 81. Gastón Ramírez saca el córner, Godín vuela y remata… “¡Con la oreja, con el hombro con todo! Porque salté y se me quedó arriba y atrás. Y bueno, metí lo que pude”, explica con una sonrisa el jugador que hoy vistió la banda de capitán.
El dueño de ese rol es Diego Lugano, que, lesionado, siguió con tensión el partido desde el banquillo. El rubio defensor se pegó la carrera de su vida para ser el primero en abrazar al goleador tras el silbatazo final. Godín nos comparte ese momento. “Me dijo que me lo merecía, que yo era muy grande y que tenía que ser yo…”, nos desvela con cierta emoción. “Y a uno lo llena de orgullo que se lo diga el capitán, pero esto es de todos”
Tras aquel otro gol en el Camp Nou, Diego comentó que podía entender a Ghiggia cuando marcó en el Maracanazo… ¿Qué sentirá hoy en una situación que inevitablemente vuelve a invitar al paralelismo? “Entonces lo dije por el hecho de silenciar a un estadio con tanta gente. Pero marcar hoy un gol, es diferente… es difícil explicarlo… Se siente una alegría inmensa, estoy recontraorgulloso y es un sentimiento que debe tener todo mi país”.
“Pasamos de fase de una forma muy difícil, casi como una hazaña porque fue milagroso lo que se hizo después de cómo se empezó. Y ahora a pensar en octavos, nada más. Con respeto a todos futbolísticamente pero sin miedo a nadie”, concluye. Y en caso de que las cosas se compliquen, Uruguay puede confiar en la cabeza de Godín.