La Contraloría General de la República advirtió al Gobierno nacional sobre un panorama fiscal preocupante: el Estado colombiano tendría que destinar mayores recursos públicos para subsidiar los servicios de energía y gas si continúa la caída en la producción nacional de este y otros combustibles.
El Contralor Carlos Hernán Rodríguez explicó al ministro de Minas, Edwin Palma, que esta situación obligaría al país a importar combustibles a precios internacionales, lo que encarecería considerablemente el costo energético para los colombianos.
La entidad de control fiscal identificó este problema como uno de los principales riesgos que amenazan la estabilidad del sector energético colombiano.
Si la producción interna no logra abastecer la demanda nacional, el Gobierno no tendría otra alternativa que acudir al mercado internacional para garantizar el suministro.
Esta medida traería consecuencias directas para las finanzas públicas. Los precios internacionales de los combustibles suelen ser más elevados que los costos de producción local, lo que aumentaría la brecha entre el valor real del servicio y las tarifas que pagan los usuarios.
Para evitar un impacto desproporcionado en las familias colombianas, el Estado tendría que incrementar los subsidios destinados a los servicios públicos. Esto representaría una presión adicional sobre el presupuesto nacional en momentos en que los ingresos por regalías ya muestran una reducción.
“Debo acudir nuevamente a esa cartera ministerial para expresar la preocupación de la Contraloría General de la República en torno a la seguridad y confiabilidad energética del país”, señaló Rodríguez en su comunicación oficial.
El Contralor enfatizó que esta problemática se suma a otros desafíos del sector, como la disminución en la producción petrolera y la ausencia de una infraestructura robusta que incluya plantas, redes de transmisión y sistemas de almacenamiento adecuados para garantizar el abastecimiento energético nacional.






