La Guajira enfrenta una emergencia por el desbordamiento del río Ranchería, que ha provocado graves inundaciones en varias comunidades, especialmente en Cucurumana, donde decenas de chivos y ovejos han perecido atrapados en cercas durante la creciente.
El panorama es desolador en la capital guajira, donde barrios como Villa Fátima y Barrio Arriba se encuentran prácticamente incomunicados por las inundaciones. La situación ha obligado a numerosas familias a abandonar sus hogares ante el riesgo inminente de que represente el alto nivel del agua.
La comunidad de Cucurumana ha sido particularmente golpeada, con más de 50 familias afectadas que dependían económicamente de la comercialización de ganado caprino. “La lluvia se lo ha llevado todo”, lamenta un líder local, quien además denuncia la falta de atención equitativa en la distribución de ayudas humanitarias.
La tragedia se agravó por la imposibilidad de evacuar a los animales debido a vías intransitables y falta de transporte. Los chivos, atrapados en cercas de alambre de púas, murieron por ahogamiento o laceraciones en su intento desesperado por escapar.