Cultura ciudadana: el antídoto para Sincelejo

Por: Mario Ruíz Soto
5 años atrás

Margaret Mead, profesora y poeta estadounidense decía: “nunca dudes que un pequeño grupo de ciudadanos considerados puede cambiar el mundo. Verdaderamente, eso es lo único que lo ha logrado”. No puedo estar más de acuerdo. En mi opinión, Sincelejo necesita pensar en una nueva ciudadanía que ponga como prioridad en la agenda pública: una cultura ciudadana.

Esta nueva agenda es una opción para vencer a la cultura del atajo que tanto daño nos está haciendo. Incluso esta idea puede darnos algo que nos ha costado tener: una identidad para Sincelejo. ¿Alguien puede decir sin titubear que caracteriza a un sincelejano?

Permítanme dar algunas reflexiones sobre esto. ¿Por qué una persona se vuela un semáforo en Sincelejo? ¿Por qué arroja basura a los arroyos? Déjenme preguntarlo con mas vehemencia. Tal vez puede ser sensible para algunos. ¿Por qué hemos admitido cultural y moralmente a la corrupción? Se hace porque es moralmente aceptado en la sociedad. Peor aún, no decimos nada, no refutamos, no expresamos que está mal. A veces creo que nos está ganado el conformismo y la indiferencia. Pero la solución necesita de más ciudadanía y menos indiferencia.

Pues bien, uno de los referentes en cultura ciudadana que hemos tenido en Colombia ha sido AntanasMockus. El profesor ha comentado que el desafío es armonizar tres cosas: i) la cultura, ii) la ley y iii) la moral como un poderoso instrumento de cambio. En la experiencia de su gobierno en Bogotá entre 1995 y 1997 se llevaron a cabo acciones concretas. Déjenme destacar al menos diez:

  1. Tarjetas ciudadanas, por un lado, de color blanco -con el pulgar hacia arriba- y roja –con el dedo pulgar hacia abajo-
  2. Mimos y cebras -que hoy en día existen estas últimas-
  3. La ley zanahoria
  4. Plan desarme y desarme voluntario.
  5. Jornada de “vacunación contra la violencia”
  6. Policías formadores de ciudadanos
  7. Interrupción de las relaciones clientelistas entre Gobierno y Concejo
  8. Concertar para planear con participación
  9. Eventos culturales en el espacio público
  10. Ahorro de agua.

Es una experiencia documentada y sobre todo con resultados. Vale la pena que Sincelejo haga un debate público sobre esto. De hecho, no hemos visto en la historia de elección popular de alcaldes y gobernadores, una política pública de esta naturaleza en la ciudad. Si bien, se hizo en los años 90, hay muchos aspectos que pueden rescatarse para mejorar a nuestra ciudad. Esta vez contamos con más tecnología.

Esta política pública en Sincelejo puede implementarse para atender temáticas como: 1) la seguridad y convivencia ciudadana; 2) la educación; 3) la violencia intrafamiliar -que afecta a 8 de cada 10 mujeres en Sincelejo-; 4) la movilidad; 5) el espacio público; 6) la cultura del uso del agua; 7) la adaptación al cambio climático; 8)el sentido de pertenencia y apropiación de la ciudady dos aspectos más, muy importantes, como9)la participación y la confianza ciudadanay, por último, 10) la lucha contra la corrupción. Por supuesto, faltaría por definir las acciones concretas, que deben salir de una discusión ciudadana, sin dejar a nadie atrás.

Estas ideas, son tan solo un inicio de un proceso de cambio e innovación que necesita Sincelejo, mientras se atienden otros problemas públicos. Lo importante es establecer un consenso sobre esto. La cultura ciudadana puede ser el antídoto que necesita Sincelejo para impulsar a la ciudad hacia el desarrollo sostenible. Debemos dejar atrás el escepticismo, el conformismo y la indiferencia. ¿Lo intentamos?

 

Mario Ruíz Soto
Profesional en Gobierno y Relaciones Internacionales
Universidad Externado de Colombia