Ante el cierre de 5 puntos fronterizos en la selva de El Darien, frontera entre Panamá y Colombia, la Defensoría del Pueblo emitió una alerta sobre posibles riesgos de salud pública en la subregión Urabá-Darién.
Un análisis prospectivo realizado por la entidad sugiere un potencial incremento de enfermedades endémicas en nueve municipios receptores de migrantes.
El estudio, desarrollado por el Centro de Analítica de Datos en Derechos Humanos y la Delegada para los Derechos de la Población en Movilidad Humana, se enfocó en varios municipios de Antioquia y Chocó. Los resultados indican que, si entre el 10% y 20% de la población migrante permaneciera en la zona durante 6 a 12 meses, localidades como San Juan de Urabá, Arboletes y San Pedro de Urabá experimentarían aumentos significativos en su población.
La investigación revela una preocupante brecha entre la capacidad hospitalaria actual y la requerida según estándares de la OMS. Turbo, por ejemplo, cuenta con solo 100 camas instaladas de las 461 necesarias. Esta situación podría desencadenar una crisis en el sistema de salud local si se materializan los escenarios previstos.
Ante esta situación, la Defensoría insta al Gobierno Nacional y autoridades sanitarias a implementar medidas preventivas urgentes. Además, solicita al DANE realizar una caracterización sociodemográfica detallada de la población local y migrante en la zona.
La entidad también hace un llamado al diálogo con las autoridades panameñas para garantizar el respeto a los derechos humanos y las normas internacionales sobre refugio y no devolución de migrantes, buscando una solución integral a esta compleja situación fronteriza.