La Contraloría General de la República llevó a cabo una supervisión del Programa de Alimentación Escolar (PAE) en los departamentos de Cesar, Valle del Cauca y Sucre, entre el 9 y el 11 de abril del presente año. Los resultados arrojaron que más de 200 mil estudiantes han sido perjudicados debido a la falta de puntualidad en el suministro de alimentos.
«Según los datos proporcionados, se estima que 201.321 estudiantes se han visto afectados por esta situación en estas regiones. De ellos, 181.970 corresponden a PAE mayoritario y 19.351 a PAE indígena«, explicó la entidad mediante un comunicado.
Durante las visitas realizadas de manera aleatoria a 18 instituciones educativas en los mencionados departamentos, se identificaron diversas irregularidades. Entre ellas, se destacan las deficiencias en la infraestructura física de cocinas y comedores en un 72% de los centros visitados, así como la ausencia de mecanismos adecuados para medir las raciones de alimentos en un 50% de los casos.
Asimismo, se evidenció la falta de publicación de las minutas y listas de intercambio de alimentos en varias instituciones, incumpliendo así con los lineamientos establecidos por el programa. Además, se detectó una preocupante situación laboral de las manipuladoras de alimentos, quienes a pesar de contar con los certificados de higiene y manipulación requeridos, presentan deficiencias en sus contratos laborales y afiliación a seguridad social.
«Se registró una inoportunidad significativa en la prestación del servicio del PAE mayoritario, afectando a 90.196 estudiantes en las dos ETC (Entidades Territoriales Certificadas). Se identificaron problemas similares en la infraestructura física de cocinas y comedores, así como en el cumplimiento de los lineamientos técnicos», indicó la Contraloría, respecto a la prestación del servicio en el departamento de Sucre y Sincelejo.
La Contraloría hizo un llamado urgente a las Entidades Territoriales Certificadas (ETC) para que adelanten una planeación oportuna de los trámites necesarios, con el fin de garantizar que el servicio de alimentación escolar se brinde con calidad y de acuerdo a los estándares establecidos, desde el primer día hasta la culminación del calendario académico.