El presidente Gustavo Petro respondió a las preocupaciones expresadas por el padre Chucho respecto a la posibilidad de una guerra civil en Colombia, afirmando que el país ya está en un proceso constituyente y que el pueblo mismo determinará el rumbo de los cambios. Durante una visita a Montería, Petro rechazó las afirmaciones del sacerdote y reafirmó su compromiso con el proceso de transformación del país.
Petro enfatizó que su ascenso a la Presidencia no es una casualidad, sino el resultado de un profundo deseo de cambio arraigado en el pueblo colombiano. Desestimó la posibilidad de una guerra civil, argumentando que el país puede avanzar hacia una nueva Constituyente de manera pacífica y en línea con los valores cristianos.
Además, Petro criticó a aquellos que temen a la propuesta de una nueva Constituyente, señalando que son precisamente aquellos que han contribuido a la situación actual del país. Reiteró el principio de soberanía popular y la importancia de la lucha democrática en la historia de Colombia.
