Después de que el Congreso de la República aprobara la prohibición de las corridas de toros, becerradas y novilladas en Colombia, toma relevancia la iniciativa para regular las tradicionales corralejas, especialmente en pueblos de la costa Caribe colombiana.
Esta práctica no fue incluida en la prohibición de los espectáculos taurinos que incurrían en situaciones de maltrato y tortura animal, ya que durante el trámite del proyecto fueron excluidas con una gran mayoría de oposición técnica.
Ahora, la senadora animalista Andrea Padilla Villarraga busca regularlas a través de una iniciativa legislativa que propone una serie de restricciones para promover alternativas culturales que no impliquen el uso de animales.
Entre las medidas propuestas se encuentran la prohibición de que entidades estatales, alcaldías o gobernaciones publiciten o patrocinen las corralejas municipales, así como la prohibición del uso de instrumentos cortopunzantes o que lastimen a los animales dentro del redondel, como cuchillos, piedras, garrochas o tasers utilizados para azuzar a los toros.
Además, se busca prohibir la matanza del toro dentro del redondel y establecer medidas para proteger a los caballos utilizados. También se prohibirá el ingreso de menores de edad y de personas en estado de embriaguez o bajo el efecto de sustancias psicoactivas.
La iniciativa también contempla hacer obligatorio que los organizadores de las corralejas adquieran una póliza de responsabilidad civil extracontractual y prohíbe tajantemente el uso de recursos públicos para promover, publicitar o patrocinar estas actividades, tal como lo ordena una sentencia de la Corte Constitucional.
Aunque las corralejas no fueron prohibidas, esta iniciativa busca establecer un marco normativo que permita su realización bajo ciertas condiciones y restricciones, en consonancia con los principios de protección animal y respeto por las tradiciones culturales.