La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que por lo menos siete países han reportado casos de jarabe para la tos contaminado que podría presentar contaminación, entre ellos tres (Indonesia, Gambia y Uzbekistán) y han fallecido 300 personas, en su mayoría niños.
En Filipinas, Timor Oriental, Senegal y Camboya, la presencia de jarabes contaminados no ha sido aún confirmada pero hay riesgos potenciales de ello.
Ante la situación, desde la OMS le hicieron un llamado a la comunidad internacional para que aumenten los esfuerzos de detección y retirada de este tipo de productos contaminados.
Los jarabes contaminados presentaban altos niveles de dietilenglicol y etilenglicol, productos químicos tóxicos que se utilizan habitualmente como disolventes industriales y agentes anticongelantes que pueden resultar letales incluso ingeridos en pequeñas cantidades, imposibilitando su uso farmacéutico.