El presidente del Atlético Nacional, Mauricio Navarro, ha declarado que el fútbol no debe ser politizado, en respuesta a la decisión del alcalde de Medellín, Daniel Quintero, de no permitir que se utilice el estadio Atanasio Girardot debido a los recientes disturbios causados por las barras bravas.
“El fútbol es para unir, no para dividir. Si alguien intenta politizarlo, no lo permitiremos. No permitiremos que se utilice el estadio del Atlético Nacional para fines políticos. El fútbol es un deporte que une a las personas y no debe ser utilizado para generar divisiones”, dijo
Navarro hizo hincapié en que el fútbol es un deporte que une a la gente y que debería ser separado de la política y otros asuntos sociales. Señaló que la determinación del alcalde perjudica a los equipos de fútbol y a los fanáticos que desean ver a sus equipos jugar en su hogar.
“Nosotros estamos esperando que haya una comunicación, pues, ayer lo hizo por Twitter, el señor alcalde, pero si hay una comunicación oficial, pues, sería lo ideal y ahí tendríamos que tomar las decisiones del caso. Si no tenemos estadio para la liga, pues, tendremos que jugar en otro estadio del país”, dijo.
El presidente del Atlético Nacional también dijo que la seguridad en los estadios debería ser responsabilidad de las autoridades locales, y que su equipo está dispuesto a trabajar con ellas para garantizar la seguridad de los fanáticos y jugadores.
“La Alcaldía ve que la única solución al diálogo es que Nacional reconsidere y echa para atrás la medida de los beneficios. Creemos que la Alcaldía no debe porque tomar partido en esto. El fútbol no se puede politizar y definitivamente yo lo decía en otro medio ahora más temprano: yo invito si Nacional es un equipo de la ciudad que es bien cierto es un equipo del país, pero también es un equipo del departamento y yo invito a que la gobernación de Antioquia si vamos a dialogar se sumen a este diálogo eh para de alguna manera pues también nivelar la conversación”, puntualizó.
Por otro lado, el alcalde Daniel Quintero justificó su decisión argumentando que la violencia asociada a las barras bravas es un problema grave que no puede ser ignorado. Dijo que la medida es necesaria para proteger la seguridad de los ciudadanos y que se están buscando soluciones para solucionar el problema a largo plazo.