El presidente Gustavo Petro se pronunció nuevamente sobre las movilizaciones del 8 de febrero, destacando que no hubo violencia en ninguna manifestación a nivel nacional, contradiciendo ciertos relatos periodísticos que, según él, intentaron posicionar falsamente un ambiente violento en el país.
Petro negó la existencia de violencia y heridos durante las protestas y desmintió las denuncias de “secuestro y violencia” contra los magistrados de la Corte Suprema de Justicia. El mandatario calificó esas afirmaciones como falsas, asegurando que no hubo restricción a la libre movilidad y que cualquier alteración del orden público fue mínima.
Aunque reconoció fallas en el protocolo de seguridad preventiva en el Palacio de Justicia, Petro afirmó que se corrigieron de inmediato desde el Palacio de Nariño. Destacó que la acción preventiva, dictaminada por él, se ejecutó de manera oportuna y eficaz, acompañando a los magistrados ante la presencia de manifestantes que violaron las decisiones de los organizadores de las marchas.
El presidente explicó que el director de la Policía se dirigió a pie y transmitió a los magistrados su decisión de despejar el área, pero estos consideraron innecesario abandonar el lugar y continuaron con su trabajo.
