Nacional. Quinamayó es un corregimiento que se encuentra a una hora y media de la ciudad de Cali, este pueblo también estaba sometido a la esclavitud y para el siglo XIX servían a las haciendas que cultivaban caña de azúcar.
En una ocasión sus ‘amos’ les prohibieron celebrar navidad el 25 de diciembre y 40 días después los dejaron salir, lo primero que hicieron fue reunirse para compartir el nacimiento del ‘Niño Dios Negro’.
La fecha al cumplirse el tiempo sería el 2 de febrero, pero ellos decidieron dejarla para después de la segunda semana del mes, teniendo en cuenta el tiempo que una mujer guarda su dieta después de dar a luz.
La celebración inicia el 16 de febrero con una procesión llena de disfraces, bailes y cantos entonados por un grupo de 13 jóvenes llamados “Los Jugueritos” que animan el recorrido con tambores, percusiones, saxofones y clarinetes.
Durante la caminata las personas pasan por las cantaoras, después por La Virgen María y San José, estos van guiados por una niña vestida de la estrella de oriente.
Doce ángeles deben proteger espiritualmente la procesión y dirigirse a recoger a las indias, haciendo honor a la otra cultura presente, luego se encuentran con 12 niños vestidos de soldados para que custodien al Niño Dios.
Finalmente, la comitiva se encuentra con “los padrinos” que son dos chicas y un joven, vestidos de gala quienes cargan al recién nacido en una canasta dorada, hasta un lugar que es llamado el Portal de Belén.
La procesión termina alrededor de la media noche cuando, ya ha nacido Jesús, por lo que proceden a hacer oraciones y a dar por iniciada la celebración.
Esta tradición se ha mantenido por décadas y aunque las personas han salido del pueblo en busca de oportunidades, regresan en esa fecha para participar de la conmemoración.