El polémico edificio Aquarela, ubicado frente al Castillo de San Felipe en Cartagena, será demolido a partir del próximo 22 de marzo, según anunció el alcalde Dumek Turbay. Este anuncio pone fin a una larga controversia sobre la legalidad y el impacto cultural de la construcción.
El proceso de demolición se llevará a cabo mediante un procedimiento de desmonte por niveles, comenzando a las 8:00 a. m. del viernes 22 de marzo. Turbay afirmó que esta demolición es necesaria para proteger la declaración de Patrimonio de la Unesco de la ciudad.
El edificio Aquarela se convirtió en un problema debido a que su construcción afectaba el Centro Histórico de Cartagena, un área considerada patrimonio histórico por la Unesco. Aunque inicialmente se otorgaron licencias para su construcción, surgieron reclamaciones culturales que cuestionaron su impacto en el patrimonio histórico de la ciudad.
Los constructores argumentaron que al momento de obtener los permisos, los terrenos no estaban designados como zona patrimonial en el Plan Especial de Manejo y Protección (Pemp). Sin embargo, Turbay consideró que la demolición era necesaria para preservar la integridad del patrimonio histórico de la ciudad.
El proceso de demolición se llevará a cabo con una inversión estimada de más de $11.000 millones y se espera que dure aproximadamente seis meses. Turbay aseguró que se protegerá y salvaguardará el patrimonio histórico de la ciudad durante este proceso.
Los constructores han expresado su desacuerdo con la demolición, alegando que no fueron notificados adecuadamente y que consideran el proceso arbitrario, ya que no hay un fallo legal expedido que respalde la demolición.
En respuesta a las preocupaciones sobre la seguridad y la integridad del patrimonio histórico durante el proceso de demolición, se instaló un Puesto de Mando Unificado para monitorear las labores de demolición de Aquarela, en coordinación con la oficina asesora de gestión del riesgo del Distrito de Cartagena.
