En medio del intenso debate sobre la necesidad de una reforma constitucional, el presidente Gustavo Petro, lanzó una propuesta de ocho puntos fundamentales que deberían guiar un eventual proceso de Asamblea Constituyente. Estas directrices buscan abordar desafíos apremiantes y reestructurar aspectos clave del Estado colombiano.
El primer eje se centra en el cumplimiento del Acuerdo de Paz firmado en 2016, incluyendo una reforma agraria integral, la inclusión de territorios y poblaciones históricamente marginadas, y el establecimiento de la verdad como pilar de la justicia transicional. Petro enfatiza que el Estado ha incumplido este acuerdo y que la sociedad debe exigir su implementación.
Otro punto destacado es garantizar condiciones básicas de vida digna para la población de la tercera edad, como acceso a agua potable, salud y una renta básica. El mandatario critica que la inversión pública se ha concentrado en sectores pudientes, contraviniendo los principios constitucionales y del Acuerdo de Paz.
La educación pública, la reforma agraria, el cambio climático y la descarbonización de la economía también figuran como prioridades a elevar a rango constitucional. Además, Petro propone priorizar el empleo y la producción, garantizando la política monetaria y la independencia del Banco de la República.
El reordenamiento territorial, estructurado en torno al agua como eje articulador, es otro de los puntos clave. Petro aboga por un proceso de inclusión de los territorios olvidados para compensar las profundas desigualdades regionales existentes.
La separación de la política de la financiación privada y una reforma al sistema judicial orientada a la verdad, la reparación de víctimas y la reconciliación social también forman parte de la propuesta presidencial.
Petro ha convocado a la ciudadanía a expresarse y organizarse en coordinadoras municipales de fuerzas populares, para impulsar este proceso de transformación constitucional.
