El Frente de Guerra Occidental del ELN decretó un paro armado indefinido a partir de la medianoche del 10 de febrero en los ríos San Juan, Sipí y Cajón del departamento del Chocó.
La advertencia fue dada a conocer por el propio grupo guerrillero a través de un comunicado en el que advierten sobre “la precaria situación humanitaria en varios poblados ribereños, presuntamente sometidos al asedio y amenazas de paramilitares en connivencia con miembros de la Fuerza Pública”.
El ELN asegura que en los últimos meses se han intensificado los retenes ilegales, hostigamientos a la población civil e incluso combates con sus frentes en los ríos mencionados, así como en los ríos Baudó y Bojayá.
No obstante, esta acción pone en grave riesgo a miles de campesinos, indígenas y afrodescendientes que habita las riberas de estos afluentes y quedarían atrapados en medio del fuego cruzado entre guerrilleros, paramilitares y militares.
Cabe recordar que en noviembre de 2023 el ELN también decretó en el sur del Chocó que dejó como saldo varias vías bloqueadas, pueblos confinados y enfrentamientos con al menos dos personas muertas.
Ahora el panorama se complica mucho más con la prolongación indefinida de esta grave situación que profundiza el drama humanitario en el olvidado Chocó, azotado históricamente por el conflicto armado, la miseria, el hambre y el abandono estatal.