El Departamento de Estado de Estados Unidos, en su más reciente Informe sobre Terrorismo 2022, ubicó al Eln, a la Segunda Marquetalia liderada por Iván Márquez y a las disidencias de las Farc como “las amenazas terroristas más importantes de la región”, con presencia tanto en Colombia como en Venezuela.
El documento detalla que estos grupos armados ilegales “continuaron cometiendo actos de terror en ambos países, incluidos bombardeos, secuestros, violencia contra poblaciones civiles y miembros desmovilizados de las Farc, ataques contra infraestructura de servicios públicos y ataques violentos contra instalaciones militares y policiales”.
Según el Gobierno estadounidense, el régimen de Nicolás Maduro ha sido “permisivo” con dichas guerrillas, facilitando su operación y expansión en territorio venezolano.
Mientras que en Colombia, la “históricamente débil” presencia estatal en zonas de frontera, sumada a la espesa selva, ha propiciado que estos grupos armados “operen con impunidad”.
Expertos norteamericanos en seguridad consideran que este respaldo tácito de Venezuela a las disidencias de las Farc y demás grupos irregulares, así como la creciente capacidad financiera y bélica de estos, representan una seria amenaza terrorista transnacional en la región.
