Salvatore Mancuso, exjefe de las Autodefensas Unidas de Colombia, ha regresado a Colombia después de más de 15 años detenido en Estados Unidos. Su vuelo aterrizó en el aeropuerto El Dorado de Bogotá, y de inmediato se iniciaron los trámites migratorios para definir su situación judicial y el lugar de su reclusión.
Mancuso fue extraditado en mayo de 2008 junto a otros líderes paramilitares, acusado de continuar delinquiendo desde la cárcel a pesar de haber firmado un acuerdo de paz. Llegó en un vuelo del gobierno de EE. UU. como deportado común, junto con aproximadamente 100 nacionales expulsados.
Tras los trámites migratorios, será recibido por agentes de migración y la Policía Nacional para la reseña y verificación de requerimientos judiciales. Posteriormente, será trasladado a los calabozos de la Dijín en Bogotá antes de ser llevado a un centro carcelario seguro.
Se enfrenta a 13 requerimientos judiciales por delitos como concierto para delinquir, terrorismo, secuestro y homicidio agravado. Aunque la JEP aceptó su sometimiento como “sujeto incorporado a la Fuerza Pública” entre 1998 y 2004, los expedientes en Justicia y Paz aún persisten.
Pese a la aceptación de la JEP, Mancuso presentó un recurso de apelación, argumentando su situación jurídica incierta. La Sala de Definición de Situaciones Jurídicas determinó que tuvo un papel de “bisagra” entre estructuras militares, empresariales, políticas y grupos paramilitares.
La llegada de Mancuso genera expectativas en cuanto a su proceso legal y su papel en la reconciliación nacional.
