El Congreso de la República aprobó en su última sesión plenaria el proyecto de ley que prohíbe las corridas de toros, rejoneo, novilladas, becerradas y tientas en todo el territorio nacional. La medida, impulsada por la senadora Esmeralda Hernández del Pacto Histórico, busca erradicar estas prácticas consideradas por muchos como crueles y simbólicas del maltrato animal.
La decisión fue respaldada por las mayorías en el Congreso y superó cuatro debates en el legislativo, culminando así un largo proceso que ha generado controversia y divisiones.
“Hoy hacemos historia. Lo logramos. Podemos anunciarle a los miles de ciudadanos que aman la vida que Colombia elimina esta tortura animal disfrazada de cultura”, expresó el congresista animalista Juan Carlos Losada, uno de los impulsores de la iniciativa.
No obstante, la prohibición no estuvo exenta de críticas. Sectores vinculados a la tauromaquia han manifestado su preocupación por el futuro de las familias que dependen económicamente de estas actividades.
Para abordar estas inquietudes, la ley contempla la transformación de las plazas de toros en espacios culturales y deportivos, además de un proceso de transición económica para los trabajadores del sector. El Gobierno Nacional deberá establecer los mecanismos para su implementación.
En cuanto a los animales, la senadora Hernández sugirió la posibilidad de adopción, tratándolos como “animales normales” sin distinción de la especie. “Sería ideal que puedan terminar sus años de vida en libertad”, afirmó.
Con la aprobación de esta ley, Colombia se suma a la lista de países que han prohibido los espectáculos taurinos, en medio de un debate ético y cultural que trasciende sus fronteras. Ahora, solo resta la sanción presidencial para que la medida entre en vigor.
