Hace exactamente cuatro años, el 6 de marzo de 2020, Colombia confirmaba oficialmente su primer caso de Covid-19, una enfermedad que para entonces ya se había extendido por gran parte del mundo desde su aparición en China a finales de 2019. Con este registro, el país se convertía en el sexto de América Latina y el número 96 a nivel global en reportar la presencia del virus.
El caso índice correspondía a una mujer residente en Bogotá que había regresado recientemente de un viaje a Milán, Italia. Tras presentar síntomas como pérdida de olfato y gusto, cefalea y fiebre, la paciente decidió notificar a las autoridades sanitarias. Las pruebas confirmaron que se trataba del temido coronavirus.
A partir de ese momento, el Gobierno Nacional empezó a implementar una serie de medidas para contener la propagación de la enfermedad, que incluyeron el uso obligatorio de tapabocas, restricciones a la movilidad como el “pico y cédula”, la imposición del teletrabajo y la educación virtual, además de un estricto confinamiento.
Pese a estos esfuerzos, el virus se extendió rápidamente por todo el territorio. Según datos del Ministerio de Salud, desde marzo de 2020 hasta la fecha, más de 6,36 millones de personas han dado positivo para Covid-19 en Colombia, mientras que 142.000 han perdido la vida a causa de la enfermedad.
La llegada de las vacunas a principios de 2021 marcó un punto de inflexión en la lucha contra la pandemia. A través de un plan de inmunización por etapas, el país logró aplicar esquemas completos a más de 37 millones de ciudadanos.
A cuatro años de la llegada del Covid-19, Colombia y el mundo continúan adaptándose a la “nueva normalidad” que trajo consigo la emergencia sanitaria. Aunque la situación ha mejorado notablemente gracias a la vacunación masiva y la menor letalidad de las nuevas variantes, el virus sigue presente y es fundamental mantener las medidas de autocuidado para evitar nuevos brotes.
