El presidente Donald Trump realizó una visita a las áreas afectadas por desastres naturales en Carolina del Norte y Los Ángeles, California, donde aprovechó para expresar su insatisfacción con la gestión de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA).
Durante su estancia en Carolina del Norte, Trump calificó como «desastrosa» la respuesta de la agencia frente al huracán Helene, que azotó el sureste de Estados Unidos en septiembre pasado.
En declaraciones públicas, el mandatario aseguró que firmaría una orden ejecutiva para iniciar un proceso de reforma de FEMA, y mencionó la posibilidad de eliminar la agencia si no se lograba una mejora en su eficiencia.
Trump subrayó que consideraba que FEMA no estaba cumpliendo adecuadamente con su misión de gestionar las emergencias en el país.
Durante su visita a Carolina del Norte, el presidente también se reunió con residentes de Swannanoa, una localidad afectada por el huracán, para conocer de primera mano los esfuerzos de recuperación.
Más tarde, Trump se trasladó a California para supervisar los daños causados por los incendios forestales en la región.
En su visita, también criticó al gobernador estatal, Gavin Newsom, por la gestión de la emergencia, y exigió dos cambios clave para que California pudiera acceder a la ayuda federal.
Trump planteó que el estado implementara la exigencia de identificación para votar y que modificara su política de manejo del agua.