Diosdado Cabello, alto dirigente del partido gobernante en Venezuela, instó a los simpatizantes del gobierno a “tomar las calles” en medio de una escalada de tensiones políticas en el país.
Durante una transmisión televisiva, Cabello declaró que la oposición “no entiende de razones, sino de movilización popular”, sugiriendo una posible confrontación entre sectores políticos.
Esta convocatoria se produce en un contexto de creciente inestabilidad política en Venezuela, marcado por disputas electorales y sanciones internacionales.
La llamada a la movilización de Cabello podría aumentar la polarización en un país ya dividido, generando preocupación sobre posibles enfrentamientos entre partidarios del gobierno y opositores en las calles venezolanas.