Más de 2.000 animales rehabilita la CVS en su Centro de Atención y Valoración de fauna

Desde hicoteas y hasta pumas, rehabilita la Corporación Ambiental en el centro de valoración de fauna silvestre, ubicado en el barrio El Bosque de Montería.
7 años atrás

Montería. El actualidad e Incluyendo los recientes de comisos de hicoteas, la Corporación Ambiental CVS rehabilita a más de 2.000 animales en su Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre (CAV), donde biólogos y veterinarios velan por el cuidado de las especies incautadas y entregadas de forma voluntaria.

El biólogo Camilo De Santis, coordinador del CAV, explica que el mayor volumen de animales en ese centro son reptiles, principalmente hicoteas y tortugas de rio, también en menor proporción, iguanas, babillas y caimanes.

Señala que ha venido en aumento el ingreso al CAV de primates, entre ellos micos, machines, monos aulladores que las autoridades arrebatan a los traficantes de fauna y otros tantos que son entregados voluntariamente por las personas que los tenían como mascotas.

Explica además que el proceso de rehabilitación de los primates es el más demorado y dependiendo del estado físico en el cual ingrese el animal, pueden pasar años para que esté apto y vuelva a su medio natural.

De igual forma se encuentran gran variedad de aves, guacamayos, loros, paujil y aves de canto como canarios y turpial, los primeros son altamente demandados pues culturalmente se consideran como mascotas y los segundos son muy buscados por traficantes para venderlos como ornamento.

En el Centro de Valoración de fauna hay varios ejemplares de pumas y tigrillos rescatados por la CVS al entrar en conflicto con campesinos en zonas de montaña, según el biólogo Camilo De Santis, algunos labriegos tienen lotes de carneros y ganado, mal alimentado, estos buscan pastos en zonas altas y es allí cuando ingresan al territorio de pumas y tigrillos que a veces terminan asesinados al considerarlos amenazas.

El lugar es un refugio para mapaches, rescatados, zorras, boas, osos perezosos y otras especies de fauna silvestre que hoy tienen una segunda oportunidad, gracias al trabajo de profesionales que se encargan de recibirlos, cuidarlos y liberarlos una vez cumplen su ciclo de rehabilitación.