Desde la Corporación Autónoma de los Valles del Sinú y San Jorge (CVS) se alertó a la ciudadanía, en especial a los habitantes de Montería y Planeta Rica, para que tomen medidas preventivas debido a la posible presencia del Caracol Gigante Africano (Achantina Fulica), por motivo de la temporada de lluvias, que se presenta en Córdoba.
Este molusco es considerado como una de las especies plaga más destructivas en áreas tropicales y subtropicales por ser causantes de daños en cultivos comerciales y huertas domésticas. Para los agricultores, es una plaga que destruye cultivos, mientras que para la sociedad civil representa un riesgo en la salud, ya que es vector de parásitos de importancia médica y veterinaria, al ser hospedante de nematodos del género Angiostrongylus, parásitos presentes en los pulmones de las ratas, que con el contacto, puede ser causantes de afectaciones de salud en humanos, entre las afectaciones que pueden causar se encuentra la meningoencefalitis y angiostrongilosis abdominal.
Ante esto las Autoridades Ambientales han informado una serie de recomendaciones que deben tener en cuenta los ciudadanos, en caso de presenciar al molusco invasor:
Atentos:
- Eliminar de los jardines o solares abandonados todos los elementos que puedan ser utilizados como refugio por el caracol(maderas, escombros, basuras, etc.).
- No arrojar los caracoles en las deposiciones de basuras, debido a que la humedad de los desechos crean condiciones óptimas para propagar su población.
- Evitar el contacto directo con la especie, en caso de manipulación, utilizar guantes y tapabocas.
- Para su disposición final, depositarlos en bolsas plásticas y agregarles sal u Óxido de calcio(cal) para deshidratarlos y posteriormente enterrarlos a profundidades considerables donde no tengan acceso las especies de fauna doméstica.
- En caso de avistamiento de esta especie exótica invasora, es necesario comunicarse con la Línea verde de la CVS: 789 06 05, ext. 123.
Esta especie se reproduce a gran velocidad, ya que pone entre 30 y 300 huevos que eclosionan después de 15 a 20 días en nidos de tierra o entre rocas, escombros, vegetación, entre otros. Como toda especie introducida, trae consigo una problemática asociada, debido a que no tiene depredadores naturales que controlen sus ciclos de reproducción, razón por la cual se expande y desplaza a muchas especies nativas, generando un desequilibrio en el ecosistema. Debido principalmente a sus características fisiológicas y morfológicas, es una especie resistente a variables ambientales, por lo que se adaptan y propagan fácilmente en diferentes ambientes. En épocas de sequía, estos caracoles se camuflan entre la vegetación (jardines, cultivos, troncos, etc), escombros, solares abandonados entre otros; pero cuando inician las temporadas de lluvias, vuelven a aparecer.
Se encuentra entre las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, razón por la cual, al presenciarse por primera vez en Colombia, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible emitió la resolución 0848 de fecha 23 de mayo de 2008, que fue actualizada en la resolución 654 de 2011, donde se describen las medidas que deben asumir las autoridades ambientales para prevenir, tratar y manejar la especie invasora.