EFE/AP
El grupo Estado Islámico (EI) controla ya el 40 % de la localidad kurda siria de Kobani, en la frontera con Turquía, pese a los bombardeos de la coalición internacional que no han conseguido detener su avance, informó ayer el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Fuentes de la defensa de la ciudad precisaron que los yihadistas se emplean ahora en intentar rodear completamente Kobani, mientras en su interior cada vez se acercan más al centro de la población.
En las últimas horas, los yihadistas se han hecho con el control de un complejo de seguridad, en el este de la población, donde hay varios edificios pertenecientes a la administración autónoma de la ciudad y a las fuerzas kurdas.
Según el Observatorio, en los últimos cuatro días la coalición internacional liderada por EE UU ha tenido como blanco áreas donde se concentraban los combatientes de la organización extremista, pero los ataques no han impedido la llegada de refuerzos de hombres y armas del EI desde Alepo y Al Raqa.
Los radicales estarían trasladando municiones en motocicletas a sus combatientes del interior de Kobani para evitar ser objetivo de la coalición, que suele centrar sus ataques en carros de combate y blindados.
En esas condiciones, crece el temor a una masacre de la que, ayer mismo, volvió a advertir la ONU. Su enviado especial, Steffan di Mistura, aseguró que en Kobani podría vivirse una repetición de la masacre cometida durante la guerra de Bosnia en la ciudad de Srebrenica, donde más de 8.000 musulmanes fueron ejecutados en 1995.
Para tratar de evitarla, De Mistura pidió a Turquía que permita la entrada de combatientes kurdos armados en Siria para defender Kobani de los yihadistas. Por su parte, Turquía -donde otras diez personas perdieron la vida el jueves en protestas kurdas y choques de kurdos e islamistas radicales- se limitó a repetir que no intervendrá militarmente contra el EI a no ser que se cumplan sus condiciones de crear una zona de exclusión aérea y entrenar a la oposición moderada siria. La toma de Kobani por el EI le permitiría controlar 400 de los 900 kilómetros de frontera entre Siria y Turquía.
