El gobernador de Bolívar, Yamil Arana, denunció que su departamento enfrenta una decisión imposible: elegir entre alimentar a los estudiantes o a las personas privadas de libertad, debido a la falta de recursos que acompaña las nuevas competencias asignadas por el gobierno nacional.
“Ya nos están poniendo a escoger si alimentamos a los niños o alimentamos a los presos porque no tenemos cómo hacer las dos“, declaró Arana durante su participación en la Liga de Gobernantes del Caribe realizada en Montería.
El mandatario explicó que, mientras el Programa de Alimentación Escolar (PAE) atraviesa una crisis de financiación que tiene “asfixiados” a los departamentos, el gobierno nacional les asignó la nueva responsabilidad de alimentar a los reclusos.
Según Arana, aunque considera que garantizar la alimentación de los presos es “una labor humanitaria” necesaria para asegurar “su mínimo vital” y “garantizar su seguridad alimentaria”, el problema radica en que esta competencia llegó sin los recursos correspondientes.
“Nos asignan competencias, pero no nos descentralizan los recursos y es ahí donde está el grave problema”, subrayó el gobernador, quien calificó esta nueva obligación como “la joyita que nos viene”.
La situación coloca a los departamentos en una encrucijada presupuestal que compromete servicios esenciales. Por un lado, deben cumplir con el PAE que beneficia a miles de estudiantes, pero al mismo tiempo enfrentan la nueva exigencia de alimentar a la población carcelaria.
Arana hizo un llamado directo al gobierno central para que “si se nos van a descentralizar funciones, competencias, se descentralicen con los recursos necesarios”.