Un juez de Antioquia sentenció a 51 años y 8 meses de prisión al padrastro y a la madre de Maximiliano Tabares Caro, un niño de 6 años que falleció durante un ritual de santería en zona rural de Segovia. Este hecho se registró el pasado 21 de septiembre de 2022.
La pareja fue hallada culpable de los delitos de homicidio, tortura y desaparición forzada, todos agravados.
Aunque la madre había denunciado la supuesta desaparición de su hijo, quien presuntamente no regresó a casa después de ir a una tienda, la investigación de la Fiscalía reveló que en realidad la pareja transportó al menor a una zona rural de Segovia (Antioquia) en un motocarro.
A pesar de esa denuncia inicial, los vecinos de una casa en la que habría ocurrido el crimen, situada a escasos 10 minutos del parque principal de Segovia, comenzaron a relatar que durante la noche del 20 de septiembre el menor habría entrado por última vez a la vivienda de su abuela, en medio de estrujones y forcejeos con sus cuidadores.
De acuerdo con esos testimonios, en dicha vivienda eran comunes los ruidos y movimientos extraños a altas horas de la noche, al parecer por la realización de rituales de santería.
Durante dos días, un grupo autodenominado “Los Carneros” sometió al niño a brutales golpizas como parte de un ritual, para encontrar una supuesta guaca. El cuerpo de la víctima fue exhumado por el Grupo de Criminalística del CTI Seccional Antioquia el 27 de octubre de 2022.
La sentencia, de primera instancia y sujeta a recursos de ley, absolvió a la abuela materna del niño y a su compañero sentimental. Previamente, en noviembre de 2023, alias “Orejas”, otro participante en los hechos, fue condenado a 40 años y 10 meses de prisión tras un preacuerdo con la Fiscalía, mientras que su pareja sentimental recibió una pena de 5 años y 8 meses por favorecimiento.