Katerine Andrea Martínez, conocida como alias Gabriela, entregó un testimonio demoledor sobre el atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay que expone la frialdad de una operación criminal millonaria.
La modelo webcam de 19 años confesó ante las autoridades que alias el Costeño le ofreció 10 millones de pesos si el político moría, pero solo 700 mil si sobrevivía.
La declaración revela que la banda buscaba específicamente un menor de edad de 14 años para ejecutar el crimen, con la macabra intención de que no sobreviviera. “Me dijo que necesitaba un menor suicida”, confesó Gabriela sobre las instrucciones que recibió del Costeño para conseguir al sicario.
El testimonio describe cómo engañaron al joven asesino prometiéndole 100 millones de pesos y una ruta de escape que nunca existió. Los criminales le dijeron que una moto lo esperaría tras los disparos, pero en realidad esperaban que muriera en el lugar. “Había una de dos: el chico disparaba y lo mataban ahí mismo, o alcanzaba a huir”, explicó la testigo.
Gabriela transportó la pistola Glock que costó entre 15 y 20 millones de pesos y “venía del extranjero”. Durante el traslado al lugar del crimen, presenció cómo el Costeño le dio instrucciones precisas al menor: debía disparar “mínimo tres o cuatro tiros en la cabeza” y descargar todo el proveedor si era necesario.
El relato también conecta el crimen con grupos armados ilegales. Tras el atentado, el Costeño envió a Gabriela al Caquetá prometiéndole que la guerrilla la protegería y le ofrecería cursos de drones y francotiradores en la zona de El Para, municipio de Solano.
La confesión resuelve misterios clave de la investigación, como la ubicación del celular que portaba el menor el día del atentado, y confirma que la banda planeaba eliminar tanto al conductor venezolano como al sicario para “acabar con la cola”.