Natalia López Fuentes, una docente universitaria en Montería, ha revolucionado las redes sociales en el entorno educativo con su particular forma de enseñar.
Natalia decidió salirse del esquema tradicional de las cuatro paredes del aula de clases e impartir sus enseñanzas en espacios cotidianos como un bus de transporte público, el tradicional planchón con el que se atraviesa el río en la ciudad y hasta un parque.
Su método ha permitido que los estudiantes no solo aprendan en el aula, sino que también experimenten y conozcan la realidad del entorno. Natalia ha utilizado la plataforma Tik Tok para llegar a sus estudiantes, lo que ha permitido que sus enseñanzas traspasen las fronteras de la Universidad Pontificia Bolivariana y lleguen a estudiantes de todo el departamento y el país. Tanto así, que ya es reconocida en las calles y en el entorno educativo como la Profe de Tik Tok.
“La importancia de las redes sociales no puede ser desconocida por el sector académico. Los jóvenes y los niños emplean mucho estas herramientas y se sienten identificados con este tipo de metodologías. Además, los estudiantes pueden compartir este tipo de actividades a través de sus redes sociales y generar un impacto aún mayor”, señala la docente convencida del poder transformador de este tipo de herramientas, si se usan bien.
Natalia ya ha alcanzado los 17,000 seguidores en esta red social donde comparte contenido variado en temas sobre derecho. Su objetivo es llegar a los jóvenes y generar un contacto directo que permita crear conciencia crítica y reflexiva en su alumnado.
La Profe de Tik Tok ha demostrado que la educación no tiene por qué ser aburrida y monótona. Su forma innovadora de enseñar ha permitido que los estudiantes aprendan de una manera diferente y más cercana a la realidad, generando una experiencia única y enriquecedora para su formación.
“La profe nos ha permitido salir del aula de clase y evidenciar el contexto de la ciudad con lo que han aprendido en el aula. Es muy importante esa experiencia y la vivencia como aspectos claves para mi formación”, dijo, una joven estudiante de noveno semestre de derecho de la UPB Montería, alumna de Natalia.
“Es un método que aquí no se había implementado, aprendimos mucho sobre los medios de transporte de la ciudad, incluso una estudiante de otra universidad que nos encontramos en el bus quedó muy sorprendida por la experiencia”, señaló Gustavo Marriaga, estudiante de noveno semestre esta misma universidad.
Iván Darío Lozano, otro alumno de Natalia en séptimo semestre de derecho, dice que la experiencia vivida en el planchón que recorre el río Sinú fue crucial porque aprendieron temas relacionados con la responsabilidad del Estado y el derecho ambiental y tuvieron un toque de realidad, esa conexión que muchas veces les hace falta como estudiantes.
De acuerdo con la profesora Natalia, los estudiantes con este tipo de experiencias no solo aprenden, sino que también generan propuestas que permiten construir ciudad desde la academia.
Natalia piensa seguir llevando las aulas de clase a todos los rincones de la ciudad y tiene en mente varios escenarios que podrían ser propicios para una experiencia enriquecedora fuera de las cuatro paredes de un salón.