Autoridades británicas detuvieron en un río de Londres a Zulma Guzmán Castro, la mujer que enfrenta cargos por su presunta participación en el envenenamiento que cobró la vida de dos menores de edad en el norte de Bogotá.
Guzmán Castro tenía activa una circular roja emitida por la Interpol, luego de que un juez penal de control de garantías de la capital colombiana autorizara su detención a solicitud de la Fiscalía.
Los hechos que desencadenaron la persecución internacional ocurrieron entre el 5 y el 9 de abril de este año. Según el ente acusador, las dos víctimas murieron tras consumir frambuesas contaminadas con talio, un metal altamente tóxico.
“Las víctimas consumieron unas frambuesas que estaban contaminadas con el metal”, determinó la Fiscalía después de analizar las pruebas recopiladas por fiscales y personal del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Unidad de Vida en Bogotá, junto con los informes de necropsia del Instituto Nacional de Medicina Legal.
La investigación estableció que el alimento llegó a manos de las menores mediante un engaño. “Este alimento fue enviado a través de una empresa de mensajería con indicaciones de que se trataba de un supuesto regalo, hecho que no era cierto”, explicó el organismo investigador.
El trabajo de los fiscales permitió determinar que Guzmán Castro “habría sido la encargada de coordinar la entrega de las frambuesas contaminadas con talio”.
Tras la muerte de las niñas, la mujer abandonó Colombia con destino a Argentina, lo que motivó la activación de los mecanismos de cooperación judicial internacional que permitieron su localización en territorio británico.






