La Gobernación de Sucre elevó la alerta de amarilla a naranja ante la evolución del potencial ciclón tropical número 18, anteriormente identificado como perturbación tropical AL97, que se prevé se convierta en tormenta tropical el lunes 4 de noviembre de 2024.
El sistema meteorológico, que actualmente se desplaza hacia el noreste en el mar Caribe colombiano, está generando lluvias continuas y vientos fuertes en amplios sectores de la región costera. Las autoridades prevén que las precipitaciones persistirán durante la jornada dominical, disminuyendo gradualmente conforme el fenómeno se aleje.
Las zonas marítimas desde Sucre hasta Magdalena experimentarán un oleaje anómalo proveniente del suroeste, con alturas que podrían oscilar entre 2.5 y 3.5 metros. Este fenómeno afectará especialmente las inmediaciones de la península de La Guajira y las Islas Cayo del Norte.
Como medida preventiva, la Unidad Administrativa Especial para la Gestión del Riesgo ha emitido una serie de recomendaciones para los municipios costeros:
– Activación de protocolos y planes de contingencia en todas las localidades del departamento
– Restricción de acceso a turistas en zonas de alta exposición como parques nacionales y playas
– Implementación de medidas especiales de seguridad para actividades marino-costeras
– Permanencia de la población en zonas seguras fuera de exposición
Los Comités Municipales de Gestión del Riesgo de Desastres (CMGRD) deberán mantener monitoreo constante de los comunicados y alertas emitidas por las entidades técnicas competentes, incluyendo IDEAM, DIMAR, AEROCIVIL, FAC y UNGRD.
La Gobernación de Sucre ha habilitado líneas de comunicación para emergencias y atención ciudadana: una línea móvil (+57) 320 350 9703 extensión 160, y la línea gratuita #584. Adicionalmente, se puede contactar a través del correo electrónico gestiondelriesgo@sucre.gov.co para reportar cualquier situación de riesgo o solicitar información adicional.
Las autoridades continuarán monitoreando la evolución del sistema y actualizarán las medidas según sea necesario para garantizar la seguridad de la población en las zonas potencialmente afectadas.
